Unos leñadores, con hachas en mano, deshacen un árbol que ha caído.
Posiblemente Goya estuvo influenciado por Zacarías González Velázquez al pintar este lienzo.
Es una escena oscura, cuya única fuente de luz la constituye el traje naranja del protagonista.
Goya se aleja del modelo velazqueño en la situación atmosférica.
La perspectiva sigue siendo baja, pues se convertirá pronto en sobreventana.