Dolores Olmedo es una fanática religiosa que vive expiando sus culpas mediante la oración y el auto castigo físico.
En su juventud, Dolores tuvo un hijo natural llamado Damián, lo cual fue ocultado para evitar una vergüenza ante la sociedad.
Viaja a Europa y luego se tienen noticias de que murió en un accidente.
El ministro Fernando Cadena muere intempestivamente de un infarto (esto debió hacerse para justificar la ausencia del actor Adolfo Blum, que interpretaba al personaje, y quien falleció en un accidente automovilístico a finales de 1984).
Cuando aún no ha terminado el luto en la familia, Sara conoce a Asdrúbal Valente, un ambicioso productor de cine que ha fracasado en sus últimos intentos de hacer películas y busca a alguien que lo financie.
Sara es engañada por Asdrúbal y le financia la película, que resulta un fiasco.
Encaprichado con Alicia, Asdrúbal la incluye en otra película, y tras ganarse el odio de ésta, la hace filmar una escena peligrosa en una ventana.
Los dos se casan sin el consentimiento de Asdrúbal, que sufre una apoplejía y muere.
Camila Braun va a prisión por el homicidio de su esposo Sergio, pero estando encarcelada se suicida.
Ornela regresa, con su hija Ifigenia y su esposo Andrés Albán, quienes han llegado de Europa para darse los lujos y las comodidades de las que se vieron privados en su estancia en el otro continente.
Sara comienza a sospechar del comportamiento de las dos mujeres y decide huir.
Silvia intenta escapar mientras Santiago está en Casaloma[1] tratando de arreglar las cosas con Narcisa.
Alfonso presenta a Dolores ante su madrecita quien al principio no la acepta, y tiene una fuerte discusión con los Olmedo en Casaloma.
La madrecita queda sola y en la ruina, mientras los Olmedo reaparecen después del incendio, dispuestos a reconstruir Casaloma.
Durante la transmisión de los capítulos se generaron polémicas y varias situaciones que aún los televidentes recuerdan: El periódico El Espectador la seleccionó como la serie más exitosa de los años ochenta.