La joven Salomé está destinada por su familia a contraer matrimonio con el honrado Santiago Paternoy.
Sin embargo, Salomé mantiene amoríos con el bandolero José León, lo que lleva a Santiago a abandonar su intenciones y bendecir el amor de su prometida y José.
Estos desean acomodarse en una granja alquilada que les permita emprender una nueva vida.
Salomé, mientras tanto, se ha enclaustrado en un convento, donde recibe tiempo después la visita de su antiguo amante.
Salomé ha perdido casi el juicio y a José no le queda otra opción que entregarse a la justicia, que acabará colgándole de la horca.