Lorenzo Fernández de Viana

[1]​ Allí comenzó a interesarse por la ebanistería y, en 1883, se mudó a Vitoria para formarse en la Escuela de Artes y Oficios.

[3]​ Marchó a Madrid gracias al dinero que le brindó el Ayuntamiento de la ciudad y en la capital pudo aprender del maestro segoviano Aniceto Marinas, con el que se especializó en la escultura.

[1]​ Aunque siguió residiendo en Vitoria, viajó en varias ocasiones a París, una de ellas para asistir a la Exposición Universal que allí se celebraba.

[1]​ Participó también en varias ediciones de la Exposición Nacional de Bellas Artes, en la que llegó a conseguir menciones honoríficas y medallas.

[1]​ Fue uno de los seleccionados para trabajar en las obras de la catedral nueva vitoriana, pero sus desencuentros con figuras importantes del proyecto le obligaron a marcharse a Argentina.