Sobre esta vasta extensión territorial se suceden asimismo variados paisajes geográficos, como corresponde a un origen geológico extraordinariamente complejo.Climatológicamente estamos ante la presencia de un tipo climático mediterráneo subhúmedo y continentalizado, cuyas precipitaciones medias (unos 525 mm.El emperador Vespasiano le concedió el derecho latino y pasó a ser un Municipium Flavium.En este periodo debió ser también un asentamiento militar de gran importancia estratégica.Con estos territorios la Orden organizó un pequeño señorío que acabó configurándose en una bailía y varias encomiendas, cuya capitalidad residía en la villa de Lora, jurídicamente establecida en la Carta Puebla de 1259.En sus alrededores existieron siete aldeas bajo su jurisdicción, que se llamaron Septe filias, de donde procede el nombre de Setefilla, lugar donde se alza hoy el Santuario a la Virgen de dicho nombre, es en estos primeros años, tras la conquista, cuando va a surgir el culto a la Virgen de Setefilla, imagen que la Orden trajo, o hizo esculpir, y entronizó en el templo setefillano, a los pies del castillo, plaza fuerte y vigía de la zona, muy probablemente a mediados del siglo XIV.En lo que refiere a la Edad Moderna en sí, la zona loreña no está estudiada en su totalidad, pero sí cabe destacar que se ha estudiado de forma parcial por Pascual Sanchís Domínguez.A pesar de ello, Sanchís Domínguez señala que hubo incidencias negativas que provocaron una caída en el crecimiento poblacional, pues se vivieron emigraciones, epidemias, años de sequía y fuertes inundaciones .Es el siglo donde la recuperación se hace más eco, pues el término tenía productos como olivares de verdeo, viñas, encinas, naranjos, frutales, cereales, barbecho, etc.El municipio cuenta con su propia estación ferroviaria, situada al norte de la villa.La estación posee amplias conexiones regionales cuyos principales destinos son Sevilla, Córdoba, Málaga, Jaén y Cádiz .Originariamente era de estilo mudéjar, pero intervenciones posteriores han alterado su fisonomía.