Lophelia pertusa

Los coralitos están conectados por ramas cilíndricas de muy densa periteca, o pared exterior, que con frecuencia se anastomosan, dando un aspecto arbustivo a la colonia coralina.

En el Atlántico islandés, en el Mar del Norte y en la costa nórdica, existen grandes concentraciones de este coral.

Producen larvas pelágicas que navegan en estado planctónico, antes de desarrollarse en pólipos que se fijan al sustrato y secretan aragonita para construir un esqueleto calcáreo, el coralito.

Los arrecifes construidos por L. pertusa son una compleja estructura biológica que crea un ambiente muy favorable para muchas especies marinas de agua fría y templada.

[14]​ En estas zonas la eficiencia de pesca es notablemente más alta que en áreas adyacentes, y los organismos alcanzan mayores tallas debido a la alta concentración de especies que albergan como alimento para los peces.

[16]​ La especie no ha sido evaluada por la UICN,[17]​ pero en cuanto al comercio internacional, se encuentra incluida en el Apéndice II de CITES.

Los países exportadores son: Gran Bretaña, Cañada, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Noruega, Suecia y Alemania.