Su imagen era bastante llamativa, ya que siempre corría con gafas negras y calcetines blancos.
Ese mismo día tuvo lugar la final, y Berruti nuevemente consiguió la victoria, repitiendo su marca de 20,5 y superando al estadounidense Lester Carney (plata con 20,6) y al francés Abdoulaye Seye (bronce con 20,7).
Participó también en la prueba de los relevos 4 x 100 metros, donde los italianos rozaron la medalla, aunque finalmente acabaron en cuarta posición.
La prensa italiana de la época se hizo eco de un posible romance durante los Juegos entre Berruti y la velocista americana ganadora de tres medallas de oro Wilma Rudolph, aunque no es algo que esté confirmado.
Participó en dos ediciones más de los Juegos Olímpicos.