Literatura en croata
UU.. A pesar de que tradicionalmente se ha considerado el croata como una versión del serbocroata escrito en alfabeto latino, desde la independencia de Croacia en 1991 se va extendiendo la idea que el croata es una lengua independiente.La literatura dálmata-ragusana, realizada en dialecto chacaviano, se desarrolló en las villas del litoral, eslavizadas pero de cultura italiana.Durante el siglo XVII, la austeridad de la Contrarreforma se impuso al lirismo amoroso.Aun así apareció la gran figura del momento, Dživo Gundulić (Giovanni Gondola, 1589-1638) con los poemas Suze sina razmetnoga («Lágrimas del hijo perdido»), Dubravka (1628), considerada como el himno nacional de la República de Ragusa, Osman (1626) y Cleopatra (1627).Y con respecto a los cantos épicos, sólo hace falta destacar la obra del franciscano Filip Grabovac (fallecido en 1749), que exalta el patriotismo.A comienzos del siglo XIX los croatas no poseían una unidad política (puesto que estaban divididos entre austriacos, húngaros y turcos), ni lingüística (puesto que empleaban tres dialectos, chakaviano, shtokaviano y kaykaviano).El ideólogo fue Ante Starčević, que publicó trabajos científicos en una lengua diferente a la de los serbios.La época entre finales del siglo XIX y comienzos del XX (1895-1918) es conocido como periodo modernista”, una nueva corriente de reacción por la ausencia de interés por los problemas estéticos («el arte por el arte»), que será impulsado por los críticos M. Dežman, Milutin Cihlar Nehajev (1880-1931) y Milan Marjanović (1879-1955).), Djuro Vvikovič (1889-1958); Šida Košutič (1902-1965), con la novela S našijo njiva («De nuestro pasado», 1935-1940) y Slavko Kolar (1891-1963), el mejor humorista croata, con los dramas Narodje streljiv («El pueblo es paciente», 1947) y Svoga tela gospodar («Amo del propio cuerpo», 1957).), con la novela Osamljeni čovek uno Tingletanglu («Un hombre solitario en el cabaret», 1965), Vlado Vlaisavljevič, Frano Alfirevič (1903-?En dialecto chakaviano destacaron autores como Mato Balota (1898-1963), Drago Gervais (1904-1957) y el poeta eslavón Grigor Vitez (1911-1966).con las novelas Djeca Bonožya («Niños de Dios», 1946), Osalmjenici («Gente solitaria», 1947), Na istom putu («Por el mismo camino», 1963) y Orfej u maloj bašti («Orfeo en un jardín pequeño», 1964); Vjekoslav Kaleb (1905-?)con las novelas Bezimeni («Anónimos», 1945) y Mirotvotci («Pacifistas», 1956); así como los poetas Marin Franičevič, Sime Vicetič (1909-?)En la década de los sesenta, con instituciones más descentralizadas, aparecieron nuevas revistas como Forum (1962), Kolo (1963-1971), Kritika (1968-1971) y Umjestnost Riječy («El arte del mundo», desde 1957).Pero la publicación más destacada fue Razlog («Razón») con el lirismo metafórico de los autores Danijel Dragojevič, Dubravko Horvatič, Luka Paljetak y Vesna Krmpotič (1932), con los poemas Pisejak koje govori («Arena que habla», 1958), Jama bica («Terreno de esencia», 1965) y Krasna nesuglasja («Bonitas desharmonías», 1970).Con respecto a los autores exiliados, en 1951 se fundó en Buenos Aires la Hrvatska Revija, para agrupar a los autores de la diáspora, como Vinko Nikolič (1912-1997), Boris Maduna (1940), Lucijan Kordič (1914-1993), Srečko Karaman (1904-1964), Antun Nizeteo (1913-2000), Mirko Vidovič (1940) y Viktor Vida y Vinko Grubisič (1948).