Estados Unidos reclamaron un sinnúmero de islas como áreas insulares de acuerdo a la Ley de Islas Guaneras de 1856.
Solo las ocho administradas como islas menores de Estados Unidos y una anexada como posesión de Samoa y Hawái permanecieron como posesiones de los Estados Unidos.
Cualquier otro reclamo no resuelto permanece dormido, y no ha sido contestado por el Gobierno en muchos años con excepción de Navassa.