Lisbel Rivira

Había nacido en Bolívar, provincia de Buenos Aires.Era mecánico y muy joven se radicó en Pirané junto a su familia donde, entre otras actividades, supo ser un productor maderero.En esa publicación, que vale la pena transcribir, se destacaba que aún con 80 años sobre sus hombros, Don Lisbel viajaba hacia el oeste para “tratar de conseguir un poco más de beneficios para aquella gente que hace patria en lugares tan alejados”, como tampoco lo doblegaron las botas de gomas metidas en el barro de las defensas cuando las inundaciones atacaron a la ciudad.Recordaba también la nota que como intendente y durante una interpelación de 11 horas, contestó todas las acusaciones –sin ninguna carpeta a mano- a Gabriel Hernández.En plena protesta gremial en su contra, pagó el asado para los empleados municipal en su día y durante un debate radial con Telesforo Villalba (otrora verborrágico dirigente gremial ligado a la Iglesia) lo dejó más “chiquito” que de costumbre.