Los correctores líquidos desempeñaban una función muy importante en la época en la que todos los documentos se escribían con máquina de escribir, pero su uso ha mermado notablemente desde el aumento del uso del ordenador como procesador de texto.
El corrector líquido fue inventado por Bette Nesmith Graham en 1956 en su cocina y originalmente tenía el nombre de Mistake Out (Fuera Errores).
Graham ofreció su invento a la empresa de productos informáticos IBM, la cual no se mostró interesada.
Finalmente, decidió vender el producto con el nombre Liquid Paper directamente desde su casa durante 17 años.
Este corrector esencialmente no sirve mucho ya que el color de este objeto es más oscuro que la hoja y algunos objetos no se pueden escribir encima.