Lino Vea-Murguía
A los dieciocho años entró en el Seminario conciliar de Madrid, donde estudió latín, filosofía y teología.También visitaba y atendía espiritualmente a enfermos en diversos hospitales madrileños.[1] El sacerdote Norberto Rodríguez, capellán segundo del patronato de enfermos presentó a Lino a Josemaría Escrivá de Balaguer, y desde entonces mantuvieron una estrecha relación sacerdotal y apostólica.Se despidió de su madre: "Ha llegado mi última hora, es la voluntad del Señor y hay que acatarla".Los milicianos no le permitieron salir vestido de sacerdote.