Linchamiento digital

[1]​ Los linchamientos digitales tienen origen, como es lógico, en las redes sociales y, igual que al acoso virtual surgen de la facilidad que da Internet para encubrir la identidad de alguien y, por lo tanto, para dar la sensación a aquel quien está atacante a través de, por ejemplo, Instagram, de que como no lo está haciendo en persona las consecuencias serán mucho menos graves.

[3]​ Ella misma explica como la revista Time premió al 2006 a los internautas como "personaje del año" y diez años más tarde se preguntaba a su portada si "estamos perdiendo Internet por la cultura del odio con el sangriento ejemplo de los insultos hacia una de sus periodistas.

Cómo nos dice Kumar, es muy probable que un rumor se extienda a través de las plataformas sociales y acabe siendo reescrito "en concordancia del sistema colectivo actual de conocimiento"[1]​ con el que hace referencia a cómo todo el mundo puede acabar adaptando la historia para hacerla todavía más penetrante de acuerdo con sus ideales.

Así pues, como él mismo nos explica:"Una mentira repetida suficientes veces, a la vez que un rumor se difunde, puede acontecer una verdad, y esto es sobre todo aplicable al reino de los medios sociales, donde rumores sin fundamentos, datos poco verídicos, la interpretación selectiva de la historia, ideales personales, ideas poco desarrolladas, un sensacionalismo exagerado, y la valoración general son una cosa usual que se difunde normalmente con rapidez y puede limitar y alterar la visión de la gente sin que tan sólo ellos se den cuenta.

Este procedimiento de censura del contenido lo siguen también Facebook y Instagram, este último cayendo muchas veces en la polémica de que si todas las imágenes que elimina son verdaderamente tan poco adecuadas.

[3]​[6]​ Los linchamientos digitales pueden afectar a cualquiera, pero por su carácter viral, suelen estar relacionados con figuras públicas, puesto que es más fácil que sus opiniones lleguen a oídos de todo el mundo y, al ser famosos, la gente no tiene muchas veces tanta conciencia que se trata de seres humanos iguales que cualquier otro, y no tienen ningún tipo de filtro a la hora de criticar su trabajo o derrocar su opinión.

Otro episodio de Black Mirror que podríamos considerar relacionado con la temática del linchamiento público y digital es "Nosedive", donde una sociedad regida por el nivel de popularidad que cada cual tiene gracias a sus redes sociales acaba trayendo la protagonista hasta la pobreza, y cuando sus apariencias se hunden y es capaz de mostrar su opinión y personalidad tal como son, sufre como consecuencia un linchamiento digital (y casi real) por parte del que podríamos considerar un grupo colectivo (la sociedad distópica usual en BlackMirror).