Permanece en parte de su rango original, pero las poblaciones son vulnerables a la extinción local ("extirpación") por los coyotes y los animales domésticos.[cita requerida] Aunque los linces rojos han sido cazados extensivamente por los humanos, tanto por deporte como por la piel, su población ha demostrado ser resistente, si bien declina en algunas áreas.Ha habido debates sobre si clasificar esta especie como Lynx rufus o Felis rufus como parte de un tema más amplio con respecto a si las cuatro especies de linces deben ser dadas a su propio género, o ser colocadas como un subgénero del Felis.[3] La primera oleada se movió en la porción meridional de Norteamérica, que pronto fue cortada del norte por los glaciares.Los machos suelen abarcar el territorio de una o varias hembras, mostrando un comportamiento poligínico.Durante los últimos veinte años, el comercio con su piel ha hecho de esta especie el felino más intensamente cazado.Está incluido en el Apéndice II del convenio CITES sobre el tráfico de especies amenazadas.