La letra fue escrita por el poeta rumano (nacido en Besarabia) Alexei Mateevici (1888 - 1917) y la música fue compuesta por Alexandru Cristea (1890 - 1942).
Nuestra lengua es un tesoro Sumergido en grandes abismos Un rosario de piedras raras Esparcidas sobre la antigua tierra.
Nuestra lengua es la voz del pan, Movido en el verano por el viento, Hablándolo, los viejos Con su sudor santificaron al país.
Resucitad por lo tanto vuestra habla, Corroída por el tiempo, Quitad la grasa y el moho Del olvido en lo cual fue sumersa.
Recoged la piedra brillante Encendida por el mismo sol - Y tendréis en el vertiente Un diluvio nuevo de palabras.