Estas dos acciones tuvieron una respuesta aceptable por parte de la afición pero no se continuaron.
Ambos equipos también diseñaron logotipos conmemorativos y lo más destacado fue que tomaron la decisión de jugar con puros peloteros mexicanos, cosa que resultó exitosa para los Tigres pues lograron el campeonato.
Anteriormente, se entregaban en la Convención del Béisbol Mexicano pero la mayoría de los peloteros no asistían por tener actividad en otras ligas.
El mánager que los llevó al campeonato fue Enrique "Che" Reyes y se destacó como jugador más valioso el shortstop Javier Robles.
[3] Se designó como novatos del año a Joakim Soria de los Diablos Rojos del México y a Julio Reyes de los Vaqueros Laguna.