En la mitología griega, Lico era uno de los cuatro hijos de Pandión II y Pilia, también llamado Licio.
Tras la muerte de su padre, Lico y sus hermanos (Egeo, Niso y Palas) tomaron el control de Atenas arrebatándosela a Metión, quien había destronado a Pandión.
Dividieron el gobierno entre los cuatro, y a Lico le correspondió la isla de Eubea.
Pero Egeo se enfrentó a sus hermanos y terminó convirtiéndose en rey de toda el Ática.
Introdujo en Mesenia los misterios sagrados de las Grandes Diosas Démeter y Perséfone, revelándoselos a Afareo y a su esposa Arene.