Su relevancia es tan grande que la Unesco lo ha reconocido como «uno de los artefactos culturales más importantes del mundo».
Dunstán murió en 998 y al final de ese siglo la Inglaterra del rey Etelredo tuvo que encarar unas incursiones escandinavas cada vez más atrevidas, a las que finalmente sucumbiría.
Están escritas en el estilo de la poesía anglosajona y tocan diversos temas que van desde lo religioso a lo mundano.
El Libro de Exeter contiene los poemas anglosajones conocidos como Elegías: The Wanderer (El vagabundo, fol.
El término elegía puede resultar confuso debido a su distinto significado en diferentes épocas y culturas, pero de acuerdo con la definición que da Anne Klinck en su libro The Old English Elegies (Las elegías anglosajonas), estas son: «Un género que debería concebirse, pensamos, como una colección de obras literarias basadas, teóricamente, tanto en la forma externa (metro o estructura específica) como también en la forma interna (actitud, tono, propósito, sujeto y audiencia)».
[5] Con respecto a las elegías del Libro de Exeter, este término puede ampliarse para incluir «cualquier poema meditativo serio».
[6] Los poemas incluidos en este libro comparten temas comunes sobre anhelo, soledad, dolor y el paso del tiempo.