Libertas Ecclesiae (Libertad de la Iglesia en latín) fue una bula papal promulgada por el papa Gregorio VII en 1079.
Establecía que el Papado no debía someterse al Imperio y al mundo laico.
Si bien el papa no era elegido por el imperio, su elección estaba sujeta, hasta 1058, a la aprobación del Emperador.
A partir de la promulgación de la bula, la elección del Papa estuvo reservada exclusivamente al colegio cardenalicio.