[1][2] El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.[3] La escultura, hecha en bronce, es obra de Luis Sanguino, y está datada en 1999.[1][2] Se trata de una pieza a escala real, que se encuentra muy cerca de otra, Paz, del mismo autor.Esta escultura quiere simbolizar los conceptos de tolerancia, solidaridad, paz y libertad, que se supone encarnan los Premios Príncipe de Asturias.[1] La pieza (es una copia de la que Sanguino hizo en Estados Unidos para sustituir a la Estatua de la Libertad, que a él no le gustaba, y que llamó “Freedom”) tiene sobre un pedestal la figura que representa a un hombre desnudo que rompe sus cadenas al saltar rompiendo de este modo con la esclavitud y dando un paso hacia adelante expresión de su libertad.