Buggery Act es el nombre con el que se conoce a la ley del parlamento, Enrique VIII c. 6 de 1533.
La ley definía el delito, buggery, como cualquier acto sexual "antinatural contra la voluntad de Dios y el hombre".
La misma ley se limita a indicar que "no había suficiente castigo" para dichos actos.
En Inglaterra no se conocen muchas ejecuciones a causa de esta ley en los dos siglos que estuvo vigente.
En 1828 la ley sufrió una pequeña modificación para hacer más fácil su aplicación al cambiar el tipo de pruebas que eran necesarias para la condena.