Ley de padrinazgo presidencial

Esta ley tiene sus raíces en la gran inmigración proveniente de Rusia y en la creencia de que el séptimo hijo varón es hombre lobo y la séptima hija mujer bruja.En la Rusia zarista de Catalina la grande se otorgaba el padrinazgo imperial, que daba una protección mágica contra estos males y evitaba que los niños fueran abandonados.En 1907 Enrique Brost y Apolonia Holmann, un matrimonio de alemanes del Volga que se radicó en la Argentina, dio a luz a José Brost, su séptimo hijo varón en Coronel Pringles (Provincia de Buenos Aires).Debido a esto envían una carta al Presidente José Figueroa Alcorta para que lo apadrinara.Allí comienza la tradición que además le otorga al ahijado una beca asistencial para contribuir con su educación y alimentación.