Por esta razón, Ribot consideró que estos pacientes sufrían de amnesia retrógrada con un «gradiente temporal».
No obstante, la ley de Ribot es más bien un criterio orientador.
[5] Pese a la evidencia en humanos y otros animales que apoya este postulado,[2] existen diversas excepciones y no aplica a todos los pacientes amnésicos.
[7] La teoría fue popular en su época y se utilizó para explicar desde la afasia en políglotas hasta el retorno gradual de la memoria posterior a una concusión.
[8] Además, según Bechtel (2009), este postulado apoyó la idea de que la memoria necesita experimentar un proceso de consolidación para estabilizarse.