Letoon

Los licios, pueblo cuyo origen sigue siendo un misterio y su lengua no descifrada aún en gran parte, desarrollaron una civilización propia hasta la conquista de Alejandro Magno.

Bajo el Imperio aqueménida, parece que los licios tuvieron una determinada autonomía, aunque las dinastías estaban sometidas al Gran Rey.

El lugar fue visitado por el arqueólogo austríaco O. Benndorf en 1884, pero solamente estaban visibles entonces el teatro y algunas paredes.

Las excavaciones, obstruidas por la presencia de la capa freática, han llegado hasta niveles de ocupación del siglo VII a. C., pero es probable que la ocupación del lugar sea más antigua.

El santuario es una superficie rectangular cerrada sobre dos lados por pórticos, pero un teatro situado al norte nos indica la presencia de otros edificios próximos.

El primero, al oeste, era el de Leto y contiene un edificio más antiguo (¿templo?

El templo del medio, más pequeño, se dedicaba a Artemisa, y presenta también una disposición original: la cella está formada por una roca tallada.

[2]​ Al suroeste del santuario se encuentra un conjunto arquitectónico de época romana constituido por una sala cuadrada que se abre sobre un pórtico semicircular, situado en el centro del santuario de las ninfas.

El gran pórtico confinaba con un estanque y recuerda a algunas disposiciones parecidas de la Villa Adriana en Tívoli.

Desde su primera publicación, la estela fue objeto de numerosos artículos, intentando precisar el sentido del texto licio.

Las próximas publicaciones esperadas se refieren a la cerámica encontrada en las excavaciones de pórticos y a la arquitectura de los templos y del complejo monumental romano vinculado al culto imperial.

En el lugar hay una pensión, los hoteles más cercanos están en Patara, en el golfo homónimo.

Plano de Letoon.