Leoncio Lugo Bao

Fueron horas de lucha por continuar los estudios secundarios contra los imponderables económicos que rondaban su joven existencia.

Sin embargo, este tipo de auspicios y apoyos a tan excelente arte pictórico resultaron cada vez más infructuosos, tanto así, que si nos ponemos a revisar algunas líneas que sobre él se han escrito, descubriremos poemarios melancólicos como el del poeta cerreño, Ambrosio Casquero Dianderas (1938), así como innumerables menciones en publicaciones periódicas de la UNDAC.

Quizás por ello, más tarde, hallamos excelentes combinaciones anatómicas que reflejan fielmente la dimensión del artista, como es el caso de esta imagen trabajada al carboncillo.

Corrían los años del 30 al 45 y muchos intelectuales se suman a la clandestinidad y la semiclandestinidad en defensa de la libertad ante la exclusión social del sistema político desarrollado por el dictador Luis Miguel Sánchez Cerro.

Entre ellos, intelectuales del bastión aprista acantonado en el valle de Paucartambo, liderado por Leoncio Lugo Bao.

Pocos pusieron en duda la responsabilidad directa del APRA en el asesinato de quien había propiciado desde su alta investidura masacres de apristas residentes en Trujillo y otros pueblos del Perú.

Aunque no se registran obras pictóricas alusivas estrictamente a esta incursión política en la vida del artista, sí se cuenta con documentos fidedignos que prueban no solo su afiliación sino incluso su liderazgo político.

Prueba de ello, el óleo que tenemos a continuación: "La madre indígena".