Éste, conociendo profundamente el carácter de Leonardo y sus cualidades, le dice que esa no es la voluntad de Dios, y le aconseja entrar más bien en un seminario.
Al año siguiente, el Arzobispo de Turín, Monseñor Ferré, lo ordenó sacerdote en 1851.
Ese mismo año murió su madre a causa de una penosa enfermedad.
En 1857, siendo aún sacerdote diocesano, Murialdo no ingresa a los Salesianos, pero colabora con San Juan Bosco en los oratorios de dicha congregación en Turín.
Fundó la escuela los Artesanitos Viajó a Francia, donde estudió Teología y Apologética en el Seminario de San Sulpicio de París, durante dos años, y regresó a Italia en 1866, para asumir la dirección del Colegio Los Artesanitos de Turín, fundado por el sacerdote italiano, Padre Juan Cocchi.