Legión Cívica Argentina

La Legión se declaró integrada por "hombres patriotas" que encarnaran "el espíritu de la revolución de septiembre y que estuvieran moral y materialmente dispuestos a cooperar en la reconstrucción institucional del país".

El movimiento estaba estructurado según una lógica militar, por lo que habían adoptado a la Ley 4707 -que regulaba el funcionamiento de las Fuerzas Armadas en el país- como su modelo organizacional.

También adherirían a la organización un conjunto de jóvenes que luego se destacarían en la militancia nacionalista como Arturo Palenque Carreras, Juan Queraltó, Emilio Samyn Ducó, Luis F. Gallardo y Luis María de Pablo Pardo.

Ese grupo se constituyó como una verdadera sociedad de beneficencia, asistiendo y educando a familias carenciadas.

Al frente de la estructura quedaron Carlos Navarro Otero y Luis Lado Vidal, quienes impusieron un furioso discurso anticapitalista.

Los violentos enfrentamientos callejeros contra los izquierdistas motivaron a la prensa progresista a afirmar que los hombres de la Legión Cívica eran importadores y embajadores del fascismo italiano y del nacionalsocialismo alemán, algo que desde la organización se ocuparon de desmentir (incluso el escritor Manuel Gálvez los acusó de imitar un militarismo como el europeo al que juzgaba estéril para el bienestar nacional).

Unos meses más tarde la Legión, por influencia de Molina, se integró a la Junta Provisional del Nacionalismo Argentino con el objetivo de intervenir en las maniobras que civiles y militares desplegarían para derrocar al presidente, pero los planes fallaron.

Hacia 1943 los ya escasos militantes con los que contaba la Legión apoyaron al nuevo gobierno de Pedro Pablo Ramírez.

Ribero intentó durante algunos años mantener vigente a la organización, pero la falta de adherentes desembocó en su desaparición definitiva del escenario político argentino.

La primera llegó a ser grabada por Carlos Gardel, el máximo ídolo popular argentino de los años '30.

Y como ayer, el inmortal 1810, salió a la calle el pueblo radiante de altivez.

No era un extraño el opresor cual de un siglo atrás, pero en el mismo el pabellón que quiso arrebatar.

Y hasta tiño tu pabellón la sangre juvenil, haciendo más glorioso nuestro grito varonil.

General José Félix Uriburu , Presidente de Argentina (1930-1932) y fundador del movimiento
La Legión Cívica Argentina (LCA), mayo de 1932