Este producto es de gran importancia ya que, a diferencia de la leche fluida, no precisa ser conservada en frío y por lo tanto su vida útil es más prolongada.
Se puede encontrar en cuatro clases básicas: entera, semidesnatada, desnatada y deslactosada, así como estar enriquecida con vitaminas A y D. La leche en polvo fue producida por primera vez en 1802 por el doctor ruso Osip Krichevsky.
Al igual que otros productos secos, es considerada no-perecedera y es preferida por supervivencialistas, y otras personas que necesitan alimentos no perecederos fáciles de preparar.
El procesado depende en gran parte de la temperatura necesaria para su elaboración, que suele ser por regla general alta (180 °C), media o baja (temperatura de pasteurización).
Se emplea generalmente con agua caliente, que le hace recobrar en apariencia el aspecto original de la leche.