Realizó El suplicio de Cuauhtémoc (1892), un retrato de Vicente Guerrero, Colón en la Rábida, La Fundación de Tenochtitlán y otras pinturas e ilustraciones que son parte del acervo histórico mexicano.
[1][2] Estudió junto con Santiago Rebull y José Salomé Pina.
Entra a la Academia de San Carlos en 1884, durante el porfiriato y recibe una pensión de pintura dos años después.
[3] Más tarde se le comisiona la realización de trabajos en Europa, donde copia algunas obras españolas clásicas y otras, teniendo predilección por las escenas costumbristas al estilo italiano.
Fue maestro de pintores como Francisco Romano Guillemin, Rosario Cabrera y Saturnino Herrán.