León Jean Simar nació en Herve, población cercana a Lieja, Bélgica.
Bélgica es un país conformado por múltiples regiones entre las que sobresalen Flandes y Valonia, con marcadas diferencias culturales entre ellas.
El viaje se realizó finalmente en 1938, incluyendo un mes completo compenetrándose con el mundo cultural de Roma.
En 1938 compondría otras muchas obras entre ellas "A l'Otél dès amourètes" y "Poème Mosan", "Le Jeu de Liège" y "La Féerie de L'Eau" destinados a la Exposición Internacional del Agua en Lieja, que se realizaría en 1939.
Varios escritores notables, particularmente en dialecto valón, escribieron obras de Teatro para las cuales Simar compuso la música.
Simar, víctima ya de la Primera Guerra Mundial durante su infancia, ve con perplejidad que los acontecimientos presagian nuevas penalidades.
Refugiándose en los pasadizos subterráneos, caída la noche y con mucha suerte pudieron continuar su viaje.
Ambas acciones resultarían completamente inútiles: Los alemanes traían sus propios puentes y no utilizaron gases tóxicos en el frente de guerra.
Las condiciones emocionales y el ambiente de trabajo para la composición musical habían desde luego desaparecido.
Los medios de comunicación fueron rápidamente reconstruidos, para que pudiesen participar en la propaganda del nuevo régimen.
Simar seguía escribiendo la crónica musical del periódico local, ahora rebautizado "La Lègia".
Tan golpeada fue esta población que Simar, como muchas otras personas , construyó un refugio para su familia en el patio trasero de su casa.
Su casa se encontraba apenas a unos 1500 metros del aeropuerto militar de Gosselies, (hoy "Brussels South Charleroi Airport") utilizado por los invasores y que fue blanco sistemático de los bombardeos aliados, no particularmente caracterizados por su precisión.
Pese al ambiente tan desfavorable de Charleroi, Simar logra componer unas pocas obras adicionales.
Además, Simar había conservado su crónica musical hasta febrero de 1942, en un periódico que estaba en manos del ocupante.
Simar conservaba su amistad con el sacerdote Roger Besseling que se encontraba entonces en Cali.
A su llegada pronto se relaciona con personas vinculadas a la música como Antonio María Valencia y Henry Benveniste y con prestantes miembros de la región como Alberto Carvajal Borrero, Álvaro Garcés Giraldo, Ernesto González Piedrahíta, Domingo Spataro, etc. quienes promueven grandemente las artes y la cultura.
Compone su "Divertimento” para orquesta, con el cual gana el Premio Fabricato, en el concurso musical patrocinado por esta empresa.
Al ver que las tintas de que dispone para escribir su música terminan siempre en grumos en el fondo de los tinteros se interesa por recolectar fórmulas para fabricar mejores, las ensaya y las somete a experimentación en algunos colegios.
Estudia algo de electrónica porque el sonido ya se maneja mediante estas técnicas.
Logra dominar esta técnica hasta hacerla práctica para multicopiar en su casa sus partituras.
Hábil con las matemáticas les enseña precozmente a sus hijos aquellas que más adelante harán parte de sus estudios.
Tiene grandes facilidades para la concepción espacial y diseña una casa de campo incluida toda su estructura interna prefabricada y la construye en familia, para una pequeña área campestre que la familia ha adquirido.
Investiga sobre la fabricación de algunos instrumentos musicales y busca materiales sustitutos para facilitar su construcción local.
En igual forma participa múltiples veces en el Festival de Música Religiosa que se instaura en Popayán en 1964.
En 1979 Simar se pensiona en la Universidad del Valle, entidad que le confieriría el muy honorable título de Profesor Emérito.
Otras obras compuestas en Bélgica, sin más datos disponibles: A partir de 1953 para la Editorial Cantemos: En “Cantemos las palabras de Jesús” (Tomos III y IV) son publicadas 56 obras sobre textos evangélicos para voz y órgano.