[4] Licenciada en Letras Modernas, ha ejercido la docencia a nivel primario, medio, terciario y universitario.
[5] Ha sido, junto a escritores argentinos como María Elena Walsh, Graciela Montes, Ema Wolf, Ricardo Mariño o Elsa Bornemann, precursora de la literatura infantil como literatura en sí misma, más allá de ser material educativo.
[9] Estuvo casada con el también escritor dedicado al género infantil Gustavo Roldán (fallecido en 2012) y escribieron varios libros juntos.
Tuvieron dos hijos, Laura, también escritora,[13] y Gustavo, que es dibujante, e ilustró algunas de sus obras.
[15] Aprendió a leer con el libro Pinocho, que su padre había traído de Italia.
[15] Al terminar el secundario se recibió de maestra y decidió trasladarse a alguna ciudad importante para estudiar.
[5] Se radicó en un pueblo rural al norte de Santa Fe, donde ejerció como docente.
Vivió en esa zona del Litoral hasta 1957, momento en que reabrió la Universidad, y regresó a Córdoba para asistir.
Cuando la Escuela Nueva José Martí organizó un concurso literario en 1962, Devetach decidió participar:
Realizó estas tareas hasta 1975, momento en que la Escuela de Artes cerró por cuestiones políticas.
[10][5] Respecto a su didáctica metodológica, comenta que su objetivo en cualquier nivel educativo fue siempre priorizar la lectura y la formación de lectores:
Volvió a escribir un libreto para la televisión en 1972, cuando Pipirrulines sale al aire en el Canal 10 de Córdoba.
En ese mismo año también ganó el Premio Argentores en el rubro "Mejor Producción Teatral para Niños", por Bichoscopio.
Muchos de los cuentos siguieron circulando, en forma clandestina, escritos en papeles o copias en mimeógrafo.
[21] El libro volvió a reeditarse en 1984, ya con la democracia instalada nuevamente en el país y en esa edición la autora incluyó un agradecimiento a todos los docentes y la comunidad que hicieron que el cuento siga circulando.
[31] En principio, la autora defiende la producción literaria infantil como producción artística, despojada de fines utilitarios agregados como ser un mero instrumento educativo, de formación moral o ideológica, o puramente prácticos para el aprendizaje.
[6] Sin negar que los valores o la ideología son previos e inherentes a cada escritor, y que la literatura está cargada de valores, pero éstos no se proponen como objetivos previos a la escritura.
Respecto al tema de las ilustraciones en sus libros, y el trabajo en conjunto que realiza con el dibujante, opina:
[30] Entre las principales características de su obra se puede mencionar al amplio uso de la metáfora, para evitar un discurso sin sobresaltos y que no llame la atención, y poder atrapar al lector.
[6] También la escritora ve la necesidad de explicar cosas difíciles en forma fácil: este problema la lleva a buscar el modo creativo de expresar lo esencial con recursos mínimos, y siempre apoyados en el bagaje cultural que trae consigo el escritor, que lleva dentro, y plasma en su literatura.
[32] Su producción se destaca por ser heterogénea, por mantener vigencia a lo largo del tiempo y por "un tratamiento de la realidad sin condescendencias".
Vio las nubes acomodándose una al lado de la otra para formar cuadros pintados.
Vio las mariposas azules que cerraban las alas y se ponían a dormir sobre los caracoles.