[1][2] Material básico en la arquitectura de la Antigua Roma, fue el elemento esencial definidor del «opus latericium» como revestimiento de la mampostería.[3][4] Definido en los manuales de alfarería, cerámica y arqueología como prisma de base rectangular y caras cuadradas o rectangulares.Originalmente hecho de adobe y denominado crudus later o ‘later’, y más tarde de barro o arcilla cocidos, llamado ‘testa’ o coctus later.[1][4] Su uso inicial se localiza en Campania en tiempos de Sila, llegando a Roma a mediados del siglo I a. C.; ciudad en la que, tras el incendio de años 64 d. C. se impuso su uso obligatorio en la construcción de muros de mortero y piedras (forrados con ladrillo).[4] Teniendo en común un pie de base igual a 29,60 cm., se diferencias los siguientes tipos:[5][4]