Posteriormente se desplazaron por el interior y llegaron a la primera sala, donde encontraron las pinturas en las paredes, principalmente de animales.
Sin embargo, hacia 1955, el dióxido de carbono producido por los 1200 visitantes que la cueva recibía al día dañó la misma visiblemente.
Por este motivo la cueva fue cerrada al público en 1963 y así preservar el arte rupestre de sus paredes.
Decidió reproducir los dos sectores más representativos del sitio: la Sala de los Toros y el Divertículo Axial.
Pone a cubierto un cascarón de hormigón que se amolda al volumen general interno del original.