Las grietas de Jara (novela)

[1]​ Claudia Piñeiro asume la perspectiva del arquitecto Pablo Simó, que lleva veinte años trabajando con poco éxito en un estudio de Buenos Aires.

Años atrás, el mismo Nelson Jara había reclamado al despacho del arquitecto una cuantiosa suma como indemnización.

Pablo Simó comienza a cuestionarse por completo su vida anterior y las certezas que lo han sustentado.

La autora desarrolla de manera sumamente fluida y sucinta su historia, que se desarrolla ante los ojos del lector como una buena película y lo invita a dar un paseo por la arquitectura de Buenos Aires.

La 'grieta' existe de forma concreta y en sentido figurado: divide a los personajes, los desenmascara, revela sus maquinaciones."