Allí, e influenciado por su madre, que era pianista, comienza su educación musical.
A los 11 años ingresa en el coro infantil de la Catedral, dirigido por Juan Antonio Gómez Navarro.
Posteriormente, cumplimentó sus enseñanzas musicales en la Escuela Provincial de Música y el Centro Filarmónico, aunque nunca se dedicó a la música profesionalmente.
En 1949 comienzan a conocerse sus canciones, inspiradas en Córdoba, sus costumbres y tradiciones, destacando en todas alusiones a rincones de la ciudad.
Gracias a su hijo, Ramón Medina Hidalgo, que recuperó y adaptó más de 60 canciones de su progenitor, no han caído en el olvido, pudiendo escucharse múltiples grabaciones realizadas por grupos populares y corales.