Las afinidades electivas (película)

A finales del siglo XVIII, tras varios años de separación, el barón Edoardo y la condesa Carlotta vuelven a encontrarse en una recepción.

En el pasado se habían amado con pasión y deciden casarse en la basílica de San Miniato al Monte, que cada uno aprecia por diferentes razones.

Un año más tarde, cuando la pareja parece haber alcanzado lo que se proponía, en los dominios que Edoardo ha heredado, el barón invita contra el deseo de su esposa a un amigo de infancia, el arquitecto Ottone.

Los presentimientos de Carlotta resultan justificados, pues aunque su presencia trae felicidad y satisfacción, también arroja confusión sentimental en el hogar.

Aconsejada por Carlotta, su hija adoptiva Ottilia también se une al grupo.