Esta pintura se completó en el año 1863, fue exhibida con gran éxito, y fue comprada por la entonces sorprendente suma de $25,000.
[4] Al final del viaje, Bierstadt había acumulado una gran cantidad de bocetos, croquis, bocetos al óleo, fotografías y artefactos indios, que llevó a su Tenth Street Studio Building, de Nueva York, que utilizó para la realización de sus lienzos, y que mantuvo durante varios años.
[5] Casi en primer plano, el cuadro presta gran atención a los indígenas shoshones.
Respecto a ellos y a su cultura, Biestadt escribió: “now is the time to paint them, for they are rapidly passing away, and soon will be known only in history”.
("ahora es el momento de pintarlos, ya que están desapareciendo rápidamente, y pronto serán conocidos únicamente en la historia").