Suelen ocasionarse por la confusión de una palabra con otra cuya pronunciación es similar.
En otros casos, es un deseo reprimido por el inconsciente debido a imperativos morales; pero si la represión es fuerte y continuada y en algún momento se relaja por fatiga, es aquí cuando se produce el lapsus línguæ.
El propio Freud, junto con Wundt, tomaron esta locución latina (lapsus linguæ) que significa “error o tropiezo involuntario e inconsciente al hablar” y la analizaron.
Sin embargo, es presumible que bajo estas circunstancias también serían más proclives a cometer errores de todo tipo (motores, conceptuales, perceptivos…).
[cita requerida] Basándose en esta teoría, ha hallado cinco tipos diferentes de lapsus línguæ: Es la permutación de letras, sílabas o palabras o su reemplazo por otras parecidas en su pronunciación, pero con un significado diferente.
Se origina por fusión de dos (o a veces tres) palabras.