También perteneció durante un tiempo a la Asociación Católica Nacional de Propagandistas y mantuvo contacto con el obispo, luego cardenal, Ángel Herrera Oria.
[3] Perteneció a los reformistas democristianos del Grupo Tácito.
En las Cámaras están presentes distintas opciones políticas con diferentes modos de entender el mejor futuro para España y la mejor manera de alcanzarlo.
Los resultados electorales han conducido a una determinada composición de las Cortes y han decantado una concreta solución de Gobierno".
Durante su mandato como presidente se elaboró el Reglamento del Congreso de los Diputados que, aunque con modificaciones, sigue hoy en vigor.
Los biógrafos le consideran el impulsor de la orientación y la articulación jurídicas que prefiguraron la Transición española.
[4] En junio de 1992 Izquierda Unida le propuso como candidato al Tribunal Constitucional, pero Lavilla estableció como requisito imprescindible el consenso de todos los grupos parlamentarios y, al no producirse, renunció a su candidatura.
[8] En 1994 los grupos parlamentarios si alcanzaron un acuerdo para elegirle Defensor del Pueblo, pero Lavilla declinó la propuesta por estimar terminado su ciclo dedicado a la vida política.
En 1998 recibió el Premio a la Defensa de los Valores Constitucionales, que le fue concedido por la Fundación Humanismo y Democracia junto a los demás presidentes del Congreso de los Diputados.