Muchas granjas locales producen este famoso queso, que está históricamente relacionado con la ciudad de Leigh.
El queso Lancashire puede clasificarse como «quebradizo», «sabroso» o «cremoso».
Como no se vuelve grasiento al derretirse, algunos lo consideran idóneo para preparar el Welsh rarebit.
El Lancashire se vende con frecuencia en supermercados, si bien como sucede con muchos otros quesos este producto sabe sustancialmente diferente a las variedades elaboradas en las granjas locales.
Tradicionalmente se toma con pasteles Eccles y Chorley.