Eduardo Sardiñas era un comerciante que actuaba en la zona de Sierra Maestra en la década del 50.
El hecho produjo una reacción generalizada de los guerrilleros exigiendo que se fusilara a Sardiñas.
El Che Guevara y Fidel Castro, con una opinión diferente que el de la mayoría del ejército rebelde intentaron durante todo un día convencer a sus hombres que fusilar a Sardiñas constituía un castigo excesivo.
[3] Pocas semanas después, cuando la guerrilla decide bajar al llano y comenzar la marcha sobre Santa Clara, Sardiñas fue ascendido a comandante y puesto al mando de la Columna N.º 12 Simón Bolívar.
En esa función desempeñó nuevamente un papel importante al evitar que las tropas del gobierno rodearan en el límite entre Camagüey y Oriente a las columnas de Camilo Cienfuegos y el Che Guevara que avanzaban hacia el Escambray.