Lalo Guerrero

Fue reconocido por el Instituto Smithsoniano como un tesoro nacional del folk, y recibió de Bill Clinton la Medalla Nacional de las Artes en 1996.

Compuso, entre cientos de piezas musicales, Canción mexicana, Nunca jamás y La minifalda de Reynalda, así como la conocida Pancho López, una reversión del clásico estadounidense The ballad of Davy Crockett.

Dejó su ciudad natal para continuar su carrera musical.

El compositor decía que su talento para componer se lo debía a su madre, quien le enseñó a "adoptar el espíritu de ser chicano".

Lalo, con el tiempo, superó incluso sus sueños como músico, escritor y artista, siéndolo durante más de seis décadas, ganando el reconocimiento mundial como padre de la música chicana.