[5] Sin embargo, esta hipótesis no es ampliamente aceptada porque no existe evidencia de que hubo una disminución o extinción de otros animales durante esta época, incluyendo especies que son sensibles a los cambios del entorno.
El volcán Pusubukit (1971 m s. n. m.), en el límite sur de la caldera, muestra una actividad solfatárica y ha sido declarado un santuario geológico.
[15] El posterior colapso del volcán formó una caldera que, tras llenarse de agua, creó el lago Toba.
En el sudeste de Asia muy pocas plantas o animales habrían sobrevivido el cambio del entorno, y es posible que la erupción pueda haber causado una mortandad global.
Los sedimentos del lago en Samosir muestran que la isla creció al menos 450 m desde la erupción cataclísmica.
[11] La mayoría de la población alrededor del lago Toba pertenece a la etnia batak.
[21] La fauna del lago incluye varias especies de zooplancton y animales bentónicos.
[23] Esta última especie se ve amenazada por la deforestación (que causa sedimentación), la contaminación, cambios en el nivel del agua y las numerosas especies de peces que se han introducido en el lago.
[23] Otros peces nativos incluyen especies como Aplocheilus panchax, Nemacheilus pfeifferae, Homaloptera gymnogaster, Channa gachua, Channa striata, Clarias batrachus, Barbonymus gonionotus, Barbonymus schwanenfeldii, Danio albolineatus, Osteochilus vittatus, Puntius binotatus, Rasbora jacobsoni, Tor tambra, Betta imbellis, Betta taeniata y Monopterus albus.
[24] Entre la multitúd de especies introducidas se encuentran Anabas testudineus, Oreochromis mossambicus, Oreochromis niloticus, Ctenopharyngodon idella, Cyprinus carpio, Osphronemus goramy, Trichogaster pectoralis, Trichopodus trichopterus, Poecilia reticulata y Xiphophorus hellerii.