Un día durante la caza, Laelapo fue convertido en piedra por los dioses, siendo su postura tan natural que parecía estar a punto de saltar.
Así, Minos echaba las alimañas en la vejiga y luego sí podía realizar el acto sexual con Pasífae.
En la versión de Apolodoro, Procris dio a Minos un brebaje para que nada la dañara y luego se acostó con él.
En cambio, en las versiones recogidas por Ovidio e Higino, el perro fue regalado a Procris por Diana.
Céfalo, el marido de Procris, obtuvo posteriormente el perro y la jabalina y decidió usar al perro para cazar a la zorra teumesia, que nunca podía ser atrapada.