Sobre la paz perpetua

Se divide en dos secciones, ilustrando que habrá dos momentos clave para lograr la paz perpetua.

Las relaciones pacíficas entre los pueblos, según Kant, se basan en la formulación correcta de una constitución.

Así, para poder declarar una guerra será necesario consultar a todos los súbditos, lo cual dificulta, cree el pensador alemán, que se llegue a declarar efectivamente.

Posteriormente aparecen los "Dos Suplementos": El primer suplemento habla de cómo la naturaleza ha empleado la guerra para dispersar a los hombres y que así habiten todo el planeta, pero también para organizar legalmente a los Estados y, por tanto, paradójicamente la guerra se convierte, en manos de la naturaleza, en un instrumento para la paz.

Dado que el hombre en cuanto tal no puede dejar de ser moral, el posible conflicto entre ambas debería resolverse siempre en favor de la moral ya que la política se inserta en un nivel posterior.

Portada de la edición original (1795)