Enrique Lihn y Pedro Lastra (1985) califican la situación del libro en la época como[4]“inabordable para las empresas chilenas” puesto que su forma, técnica e intención poética, no respondían a los requerimientos establecidos por el canon literario.
Aunque su difusión fue bastante reducida en el panorama literario chileno de los años setenta, la obra fue reeditada en 1985 por Ediciones Archivo.
Contiene versos que se presentan como problemas matemáticos, acertijos literarios, metafísicos y lingüísticos.
El libro presenta además un sumario que sirve principalmente como emulación estilística del poeta francés[6] Jean Tardieu (1903 – 1905), referente artístico y personal crucial para la exposición poética de Martínez: «En París conocí a Jean Tardieu, del que escribí algunos versos: él se emocionó al ver mi libro y me dio un beso en la mejilla y un fuerte abrazo».
Por otro lado, la expresión ecléctica que subyace en La nueva novela, además de cautivar a intelectuales de diversas ramas del conocimiento, ha producido en los últimos cuarenta años múltiples evaluaciones y suposiciones respecto a la intención real del autor en su libro, aspecto que Martínez criticaba constantemente: «Me han escrito algunas cartas.
Creo que la interpretación de ellos [los físicos] es algo restrictiva porque le quita el humor a mi poesía».
Desde esta perspectiva, la nueva novela representa el pensamiento del poeta asediado por un ambiente político que vigila y controla su naturaleza.
En el imaginario poético de La nueva novela, analizado a través del tiempo desde diferentes perspectivas, hay un proceso de significación del lugar, los actores y los objetos que producen la literatura o el arte en Latinoamérica.
El funcionamiento del libro ha sido precisamente uno de los elementos imperantes en los estudios recientes.