Fue perseguida por la Inquisición por defender las ideas jansenistas heredadas de su madre; acusada y encarcelada en 1821 por conspirar contra el régimen constitucional, fue puesta en libertad a los pocos días tras ser demostrada su inocencia.
La marquesa de Lazán fue pintada en varias ocasiones por diversos artistas.
Muestra un fragmento de lo que en su día pudo ser una obra mayor.
Estuvo atribuido por el historiador Martín Soria a su ayudante Agustín Esteve.
También el pintor José Alonso del Rivero realizó en 1805 un gouache sobre marfil de la marquesa de Lazán que ahora se encuentra en el Museo del Prado.