La inspiración de San Mateo

La inspiración de San Mateo (o San Mateo y el ángel), es una obra pictórica, que data del año 1602, del pintor impulsor de la Escuela barroca Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571-1610) —más conocido como Caravaggio—.Contarelli, que había comprado la capilla en 1565, murió en 1585, antes de poder ver terminada esta.Al igual que las otras dos pinturas, a día de hoy continúa ubicada en dicha capilla.La composición es un óleo sobre lienzo, de 295 x 195 cm,[2] perteneciente al Barroco italiano.Este supone un nuevo intento por acercar la devoción religiosa al pueblo.El santo, remangado y vestido con ropas excesivamente humildes, observaba las letras con sorpresa.Aunque fue rechazada para la capilla por considerarla una versión vulgar y humanizadora, el banquero noble Vicenzo Giustiniani se la llevó a su colección privada.Mostraba una visión del santo más digna, convencional y solemne.En esta versión, San Mateo, sin rastros de analfabetismo y con mayor autonomía, escribe sin ayuda del ángel, que se limita a dictarle enumerando los versículos con ayuda de las manos, que presentan, como era frecuente en las obras del artista, gran expresividad.En concreto, como revelan estas, se trata del segundo versículo, en el que Abraham da inicio a la estirpe de Cristo.[6] Además, el ángel se encuentra en las alturas, marcando su autoridad y la diferencia de jerarquía entre ambos.
San Mateo y el ángel (1602), primera versión (destruida)