La segunda conferencia fue "La política como vocación", que se pronunció en enero de 1919, también en Munich.
La ciencia, para Weber, ofrece métodos de explicación y medios para justificar una posición, pero no puede explicar por qué vale la pena ocupar esa posición en primer lugar; esta es la tarea de la filosofía.
Además, aboga por la separación de la razón y la fe, señalando que cada uno tiene su lugar en su campo respectivo, pero si se cruzan no pueden funcionar.
Sostiene que un maestro debe impartir conocimientos a los estudiantes y enseñarles cómo aclarar problemas de manera lógica; incluso cuestiones políticas y razonables, pero los maestros nunca deben usar el aula para adoctrinar o predicar sus puntos de vista políticos personales.
Pero basándose en una serie de pruebas, los eruditos ahora piensan que Weber dio estas conferencias en 1917.