La casa de los siete tejados

En ella el coronel Pyncheon, de formación puritana, decide construir esta mansión en el lugar donde antes estaba edificada la cabaña de Mathew Maule, del que se dice que era un hombre turbio, oscuro, ya que fue conducido al tormento por acusaciones de hechicería.

La mansión está endemoniada, ya que en ella se habían realizado antes distintos ritos de brujería.

Mientras este es ajusticiado, pronuncia esta frase: “Dios le dará sangre para beber ”.

Esta maldición afectará a las siguientes generaciones exponiendo así un gran fatalismo en ellas.

Los personajes de esta novela son actores de un drama social que va mostrando la ridiculez de las posturas soberbias que desprecian a las personas humildes, quienes piensan y actúan con total libertad, es decir, fuera del orden puritano establecido en la época.